
Tengo la boca amarga y no he mordido;
el alma, atroz, y la canción, tronchada.
No sé qué fuerza traigo en la mirada,
ni qué traigo en mi cuello, de vencido.
No sé ni cómo ni por qué he venido.
Esto es todo: llegué; no sé más nada.
No me importa el quehacer ni la jornada,
y me da igual herir que ser herido.
La sangre, a punto, se impacienta y arde
por inundar la alcoba a la que vine,
donde fui tan feliz que fui cobarde.
Sólo pido al amor que no se obstine.
Me sentiré a su orilla cualquier tarde
para que alguien, de paso, me termine.
(Antonio Gala)
¡Gracias por leerme!


Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado
Publicado por Andrés Cifuentes
Soy un andaluz (JAÉN)
Vivo en Madrid, una ciudad cosmopolita, centro de negocios, sede de la Administración pública.
Ojalá quien habla de nuestra incultura se acuerde de Séneca,
Columela, Maimónides, Averroes, Góngora, Bécquer, Alexandre, Lorca, Juan Ramón Jiménez, Machado, Falla, Zambrano, Picasso, Velázquez, Murillo, Alberti, Carlos Cano, Gala, Luis Rojas Marcos, Sabina…
Ojalá se acuerden de que hablamos con acento andaluz abogados,
marineros, médicos, albañiles, arquitectos, investigadores de alto
nivel, camareros, taxistas, prostitutas, jueces, enfermeras,
empresarios, policías, obreros, agricultores; se acuerden de millones de personas que se parten los cuernos cada día, desde Ayamonte hasta el Cabo de Gata, millones de andaluces que siguen haciendo Andalucía más allá de Despeñaperros…
Ver más entradas
Debe estar conectado para enviar un comentario.