Las enramadas donde veo
en sueños, las más variadas
aves cantoras, son labios y son
tus musicales palabras susurradas.
Tus ojos, entronizados en el cielo,
caen al fin desesperadamente
¡oh Dios!, en mi funérea mente
como luz de estrellas sobre un velo.
Oh, tu corazón… suspiro al despertar
y duermo para soñar hasta que raya el día
en la verdad que el oro jamás podrá comprar
y en las bagatelas que sí podría.
¡Gracias por leerme!
¡ME gusto!
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Bienvenida ❤ ❤
👏🏻👏🏻👏🏻 🙂 😛
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¡Una alegría visitarte, amigo, y encontrar este recibimiento de música y poesía! Te he extrañado, pero aquí estoy de vuelta. Abrazote.
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Bienvenida de nuevo Sara, yo también te he echado de menos, ha menudo suelo pasar por los blogs de mis primeros amigos y me he preguntado cual sería el motivo de no publicar nada, me alegra que estés de vuelta.
Abrazos. ❤ ❤
👏🏻👏🏻👏🏻 🙂 😛
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¡Otro abrazo para ti, Andrés! ❤❤❤
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Abrazos 😖
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